AULA DE CANTE FLAMENCO Y TALLER DE SAETAS DE LOS SAETEROS ANDALUCES Y DE SEVILLA - DESDE TRIANA
¡Hola! soy Pepe Medina, y te escribo desde Triana en Sevilla, España, Europa.
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Letra de Saeta de 1919 que cantaba Manuel Centeno
Silencio pueblo cristiano
Aquí tenéis al Redentor
Con la cruz sobre sus hombros
Para redimir al pecador
LA ESCUELA DE SAETAS DE PEPE MEDINA EN TRIANA
Calendario del curso de Saetas - 2008 / 2009
Calendario del curso de Saetas - 2008 / 2009
Noviembre = La Saeta por Martinete
Diciembre = La Saeta por Carcelera
Enero = La Saeta por Seguiríya con cambio a martinete
Febrero = La Saeta por Seguiriya con cambio a Tona
Marzo = La Saeta por Seguiriya y repaso a las otras Saetas
El día 3 de Abril del 2009 a las 7/30 de la tarde, tendremos el Cierre de Curso, en un Acto-Gala, de cara al público donde se entregaran los diplomas del curso a quien se lo gane por sus notas en los exámenes finales
LA SAETA por Seguiríya
LA SAETA por Seguiríya
Cuentan y dicen, que el cantaor de flamenco que creo “los cafés cantantes en Sevilla a mediados del siglo XVIII, (esto luego se extendió por todo el mundo), Silverio Franconetti, ya las cantaba por las calles de Sevilla a mediados del siglo XVIII, que le daba un tono parecido al de las Seguiríyas en el cante flamenco, pues no en vano este era un cante, que este cantaor dominaba muy bien.
También dicen y cuentan, que es de una saeta que venida de Cádiz, de Jerez de la Frontera, o de Arcos de la Frontera, allá a finales del siglo XVIII, que se cantaba igual que la actual Seguiríya, pero sin el doblete, hasta que Manuel Centeno o Manuel Torres, (esto no se sabe con certeza), le puso el doblete a la Seguiríya.
Se le llama doblete, a cuando al terminar de cantar toda la copla, se le hace un quejio largo y profundo, entonces se le repite los dos últimos versos, “tercios de cante”, esto fue aquí en Sevilla en 1919, y según las cronicas del Diario La Unión, el autor fue Manuel Centeno.
Se creó en Sevilla, Andalucía para orgullo de todos los andaluces, pues con la seguiríya, se consigue reconstruir el mundo afectivo, realizando así el milagro de dar a luz, voz y música, a los sentimientos mas profundos, íntimos, entrañables y elementales, creando una obra de arte universal, haciendo que la Saeta sea una queja o un profundo gemíos ante el dolor, la humildad y paciencia infinita de Jesús ante las puertas de su muerte.
Y también la Saeta es piropo, alegre y sincero que se le lanza a la madre, para mitigar su dolor, cuando va caminando triste y dolorida tras su hijo.
Hemos de manifestar, que la saeta debe de transmitir, es un mensaje que lanza el saetero, una clemencia, un perdón que nos emociona y nos estremece, que nos llena de sensaciones y sentimientos, por eso a de ser perfeccionada, meticulosamente estudiada, para que salga al aire, limpia si es posible sin arrullados, sin desplantes, cómoda y segura, que no se nota apenas el respirar, que salga de lo hondo, en profundidad, con todo el poderío y el convencimiento de que el saetero sabe y encierra dentro de si, que tiene que darlo todo , porque es plegaria, es oración, y sabe que debe de brotar llena de amor, llena de ternura, y llena de humildad, porque el saetero debe de ser sumamente humilde, que su cante sea siempre oración y nunca espectáculo.
Nunca querer ser el mejor, eso lo dirán los que atentamente los escuchan, bien en el silencio de la noche serena y estrellada, cantada desde un bacón florio o desde una reja colmada de macetas, escuchada en la revuelta de una esquina cualquiera, que en su desgarro tremendo envuelta en todos sus arabescos y quejios flamencos, no cabe duda que produce escalofrió.
Hemos de manifestar, que la saeta debe de transmitir, es un mensaje que lanza el saetero, una clemencia, un perdón que nos emociona y nos estremece, que nos llena de sensaciones y sentimientos, por eso a de ser perfeccionada, meticulosamente estudiada, para que salga al aire, limpia si es posible sin arrullados, sin desplantes, cómoda y segura, que no se nota apenas el respirar, que salga de lo hondo, en profundidad, con todo el poderío y el convencimiento de que el saetero sabe y encierra dentro de si, que tiene que darlo todo , porque es plegaria, es oración, y sabe que debe de brotar llena de amor, llena de ternura, y llena de humildad, porque el saetero debe de ser sumamente humilde, que su cante sea siempre oración y nunca espectáculo.
Nunca querer ser el mejor, eso lo dirán los que atentamente los escuchan, bien en el silencio de la noche serena y estrellada, cantada desde un bacón florio o desde una reja colmada de macetas, escuchada en la revuelta de una esquina cualquiera, que en su desgarro tremendo envuelta en todos sus arabescos y quejios flamencos, no cabe duda que produce escalofrió.
Por eso es básico para ser buen saetero, el no creérselo, pues ante Dios y su Santa Madre, siempre será el que mejor reza.
Por ello nos ofrecemos para cantar Saetas a las imágenes de tu hermandad cuando hagan su estación de penitencia en Semana Santa.
Llama a los teléfonos 954 457599 ó 667 063369
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